Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en https://ianilxo868217.ageeksblog.com/37104615/qué-dijo-materazzi-del-cabezazo-de-zidane